Los principales expertos del Instituto Internacional de Fisiología y Ecología, con sede en la capital de Kenia, Nairobi, han llegado a conclusiones sorprendentes como resultado de numerosos experimentos.
En particular, los científicos pudieron establecer que los animales como las cebras tienen un olor específico en la piel. Y resultó que esta fragancia tiene un efecto disuasorio sobre las moscas tsetsé.
Estas moscas son enemigos jurados de los granjeros africanos. Estos insectos han aterrorizado durante mucho tiempo al sector agrícola en África en general y a la industria ganadera en particular, mordiendo tanto al ganado como a los mismos agricultores. Debido a esto, algunas áreas africanas están actualmente abandonadas debido a las hordas de insectos insidiosos.
Hoy en día, la población de moscas solo puede controlarse mediante la práctica de procesar granjas y ganado con insecticidas sintéticos. Sin embargo, este método no puede denominarse presupuestario: los fondos para el procesamiento vuelan a granjeros que sufren en una cantidad considerable.
Además, este método tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Por lo tanto, los científicos en África y en todo el mundo están haciendo todo lo posible para encontrar la forma más ecológica de lidiar con las moscas tsetsé.
Como resultado de tales estudios, se descubrió que el aroma específico de la piel de las cebras refleja un ataque de tsé-tsé. Y hoy, los científicos están trabajando activamente para crear un repelente seguro como una herramienta efectiva para combatir la mosca tsetsé.
Dicha información fue compartida por Olabimpe Olayde, uno de los participantes en el desarrollo del Instituto de Nairobi.